lunes, 26 de abril de 2010

nosotras/ellas

Algo que leí por ahí sobre las contradicciones femeninas y puse las que me sentía más identificada, en lo personal algunas, y socialmente otras..


-En una cita, insistir en pagar la mitad de la cena y no volver a salir con él si acepta la oferta.

-Repetir incansablemente que sólo necesitás amor, comprensión y estabilidad, y sentir repulsión por un hombre bueno y simple que te manifiesta frontalmente su devoción.

-Seguir pretendiendo que los hombres puedan ver lo enojada o triste que estás sin haberles contado nada.

-Despotricar cuando un hombre pesado e insistente te busca, y volverse loca cuando por fin deja de hacerlo.

-Dejar a un hombre porque ya no te gusta y que vuelva a gustarte cuando él encuentra a otra.

-Declarar durante todo el año que celebrar el aniversario es una estupidez y enojarte con tu pareja cuando la fecha llega y se olvida.

-Seducir a un hombre sabiendo con seguridad que jamás vas a dejar que te toque un pelo.

-Creer en el horóscopo en las semanas que anuncia cosas buenas.

-Hablar de dieta con una torta en la mano y hablar de tortas cuando estás a dieta.

-Quejarse de que la depilación es un hábito primitivo y gritar de asco cuando tu novio dice que dejes de hacerlo.

-Tomar sol al mediodía untada en aceite de cocina y comprar crema antiarrugas y gel para contorno de ojos.

-Remarcar una y otra vez lo fuerte e independiente que sos y mostrar debilidad y lo indefensa que sos cuando necesitás de un hombre.

-Decir que no querés nada para Navidad y secretamente esperar el regalo sorpresa.

-Sacarse esos aros divinos de tus inmensas orejas alérgicas, esperar dos o tres días y volver a usarlos.

-Decir que “lo importante es lo de adentro” cuando tenés un novio feo, y alegar que “la piel es todo” cuando conseguiste uno lindo.

-Perseguir a tu pareja para que colabore en la cocina pero echarlo por inepto en cuanto empieza a ayudar.

-Probarse ropa durante toda una tarde y salir con el primer conjunto que elegiste.

-Abandonar a tu novio porque es celoso y sentirse fea y desamparada cuando no te celan.

-Pellizcar bebés ajenos, pensar hasta el cansancio los nombres de tus futuros hijos, emocionarse con los embarazos de tus amigas y llorar desconsoladamente el primer día de atraso.

-Censurar a las amas de casa porque no tienen una carrera y a las que tienen una carrera porque la empleada doméstica cuida de sus hijos.

-Sentir discriminación si eligen a un hombre para tu puesto pero tener un derrame cerebral de ira si eligen a otra mujer.

-Considerar que a los sesenta años un hombre es joven, y una mujer una abuela.

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